de Haro del Río, Federico

Federico de Haro nació en los ochenta en la ribera del Manzanares. Nunca fue muy futbolero, pero desde su casa se escuchaban los uys de la afición del Atlético de Madrid, y eso, se quiera o no, marca. Su infancia fueron las mañanas de cromos en el Rastro y las tardes de bicicleta en el Retiro. Luego la familia se mudó a la sierra de Guadarrama y el encontró ahí su lugar en el mundo (mañana será otro). Su periplo universitario fue largo. Empezó Medicina y Filosofía, acabó Periodismo. Como buen milénial, salió al mercado laboral en plena crisis. Soportó la tormenta y el tormento atrincherado en sus vocaciones: la fotografía, la escritura y la docencia. De Javier Krahe lo primero que le gustó fue "Marieta", porque era la única ocasión en que a sus padres les hacía gracia que el niño dijera "gilipollas". Luego, todo lo demás: las canciones-milagro, los conciertos, Brassens. Escribir una biografía a su altura siempre le pareció tarea imposible. Se lo sigue pareciendo,pero él puede asegurar, eso sí, que Javier Krahe: ni feo, ni católico, ni sentimental es su mejor libro hasta la fecha. Es, además, el primero.