Harrell, Ashley

Cuando Ashley Harrell tenía 12 años, su padre se la llevó a una misión médica a León, Nicaragua, donde recuerda que se bañó en una poza fangosa, devoró un pescado frito entero (ojos incluidos) y se tomó su primera cerveza. Veinte años y miles de cervezas después, América Central volvió a seducirla y se trasladó a Costa Rica para estar más cerca de los perezosos, trabajar como periodista y finalmente escribir para Lonely Planet.