Este libro, nacido de la enseñanza, pero con esperanzas de interesar también a lectores libres de cursos y exámenes, sólo pretende ofrecer una mínima síntesis del desarrollo histórico de la estética, sobre todo en su núcleo conceptual. En lo que se llama "ideas estéticas" se reúnen varias perspectivas, en cada momento: así, lo que dijeron los grandes filósofos sobre la belleza y el arte -cuando no callaron sobre tal tema-, y lo que opinaron los propios hacedores o sus críticos inmediatos sin ambición filosófica; todo ello en el contexto de la mentalidad de cada época y, claro está, teniendo como interés supremo la realidad misma de lo estético, es decir, los hechos de las artes y de las letras. Sabemos que sobre estos hechos singulares se puede hablar interminablemente sin llegar a conclusiones fijas, pero se hacen aún más interesantes cuanto más los vemos sobre el trasfondo de las ideas y la sociedad en que se insertaron.
Cada capítulo lleva, tras su sucinta exposición, una antología de textos típicos, cuyas traducciones -a veces más adaptadas que literales- son de nuestra propia responsabilidad si no se indica otra cosa.
Acaso el designio principalmente informativo que ha movido esta obra no la haya librado de sectarismos de diversa índole: querríamos que el más importante de ellos fuera la oposición a la tendencia contemporánea -ya señalada y fomentada por Hegel- a dar más valor a las ideas generales que a los hechos y obras singulares.