Un anciano rema a bordo de una barca, solo en mitad de una extensión de agua. Bajo él, la casa de su infancia, devorada por el lago el-Assad, consecuencia de la construcción de la presa de Tabqa, en 1973.
Haciendo oídos sordos a los rugidos de la guerra, equipado con unas gafas y un tubo, se pone a bucear y ahí reaparece toda su vida, sus hijos antes de haber partido a la guerra, Sarah, su mujer impregnada de poesía, la cárcel, su primer amor, la sed de libertad.