Cargados de valentía y fiereza, sus versos alentaban a los combatientes saharauis durante los años de la primera lucha armada (1975-1991) y transportaban noticias del frente de batalla a los campamentos de refugiados saharauis. Conmoviendo a sus oyentes con la carga emocional y la frescura de sus palabras, sus versos conectaban al pueblo con su ejército, motivando a ambos a continuar la lucha hasta la victoria final.
Sus poemas, siempre claros e ingeniosos, desbordan convicción en la justicia de la causa anticolonial de su pueblo. Presentes en todos los eventos regionales, locales y nacionales, sus versos han pasado a formar parte del cancionero popular saharaui. De esta manera, la contundencia de la poesía que esta obra contiene posee un impacto que poco tiene que envidiar a las balas del ejército que Jadra Mabruc tanto alababa.
Todos los poemas aparecen en español y en hasanía.