Al pequeño elefante se le ha metido una idea en la cabeza: quiere dormir en la cama de Elefante Grande. Y aunque Elefante Grande le ha dicho que no, él no parará hasta conseguirlo. El pequeño elefante pone en marcha un plan: espera a que Elefante Grande se duerma y, de puntillas, se mete en su cama. Pero Elefante Grande ronca, es pesado y ocupa todo el espacio. El elefantito no pega ojo en toda la noche y vuelve a su cuarto… ¡cuando ya amanece y Elefante Grande viene a despertarlo!