El libro rojo de las marcas

Autor:
Bassat, Luis
Editorial:
Penguin Random House Grupo Editorial España
ISBN
9788466340809
Idioma
Español
Publicado
2017
Formato
application/epub+zip
Marca de agua digital
6,99€

Una guía de Luis Bassat, autor de El libro rojo de la publicidad, para comprender cómo un producto -también un nombre- puede convertirse en marca reconocible y resonante.

Famoso y exitoso publicista, en esta obra el autor ofrece una completa guía para diseñadores, empresarios y políticos. Y para todos aquellos interesados en comprender cómo un producto -también un nombre- puede convertirse en marca reconocible y resonante.

* Si realmente queremos entender qué es una marca, debemos empezar por preguntarnos qué significado tiene el producto en la vida del consumidor.

* Los productos se hacen en las fábricas pero las marcas se crean y viven en la mente.

* Las marcas son como catedrales, se construyen a lo largo de los años, por personas distintas, de diferentes generaciones, pero con un objetivo común.

* Las marcas viven en tres lugares muy distintos: en el mercado, en el cerebro y en el corazón humano.

* La estrategia es como el juego del golf, desde un punto de partida hemos de llegar a un objetivo.

* Vender es humano, fidelizar es divino.

* Dime qué marca eliges y te diré quién eres.

* Tratamos a las marcas como si fueran personas.

* Las marcas acaban pareciéndose a los directores que toman las decisiones que acaban afectando a esas marcas.

* Si le digo «almohada», «silla» o «tenedor», por citar productos que utilizamos a diario, ¿cuántas marcas de cada categoría de producto le vienen a la cabeza?

* Si a los fundadores de Harley Davidson les hubieran dicho que, algún día, los consumidores de su marca la llevarían tatuada y realizarían reuniones masivas para venerarla, no sé qué cara habrían puesto.

* El envase es nuestra última oportunidad para que el consumidor elija nuestro producto y no otro.

* La promoción de ciudades y países sigue los mismos principios y reglas que las marcas, con una pequeña salvedad, que las decisiones que tomemos y acciones que llevemos a cabo, si consiguen el éxito, no harán felices a un grupo de accionistas, sino a millones de ciudadanos.