Hugo es un chaval de 10 años superlisto, supermaduro y supersolitario. Vive en una casona enorme con su padre, sus tíos y su abuela. Un mundo de adultos. Pero en el colegio no tiene ni un solo amigo. Su padre, un ingeniero que viaja constantemente, decide regalarle un robot japonés de última generación que parece un niño de verdad. El problema es que es tan parecido a un niño que es capaz de aprender los comportamientos (mejores y peores) de un chaval de 10 años. Cuando descubre que Hugo se hace amigo de Paula, una compañera nueva pizpireta y sociable, no puede evitar tener celos y vengarse, como si tuviera una rabieta de verdad. Así que al final al padre de Hugo no le queda más remedio que devolver al robot superideal y pedir una versión menos «humana» del androide.
Y es que no hay nada como un niño de verdad con el que crear una amistad de verdad, como la que Hugo y Paula terminan forjando.
Historia divertidísima y maravillosamente escrita con las ilustraciones siempre enriquecedoras de la talentosa María Simavilla.