Quizás los sueños sean la verdadera realidad y lo que consideramos real, un sueño, ficción.
Sandra y Julián forman un matrimonio joven y ambos trabajan en la fábrica montada por el padre de Sandra. Una noche salen a cenar, discuten, Julián se retira disgustado y Sandra continúa disfrutando de la noche. Entra a un bar donde se encuentra un músico actuando, el cual se parece de forma extraordinaria al hombre con el que sueña reiteradamente desde la muerte de su amigo Damián. El músico es cubano y se llama Carlos, hablan, congenian y se enamoran.
Una noche, Julián golpea a Sandra y ésta decide romper con él. Julián se traslada a Sao Paulo, Brasil, a montar una nueva fábrica y ahí conoce a Velma, prostituta muy hermosa con la cual mantiene una relación. Con la ayuda de Sandra, Carlos triunfa en el mundo de la música y se hace famoso. En Brasil, Julián, un tipo muy ambiciosos, entra en contacto con el COPA, la organización criminal más poderosa del país.
Sandra, embarazada de Carlos, se traslada a Sao Paulo en compañía de su madre para asistir a la inauguración de la nueva fábrica y es asesinada por un sicario del COPA siguiendo órdenes de Julián. Sin embargo, la criatura se salva y Carlos ignora la desgracia ocurrida a la mujer amada. Con el tiempo termina por enterarse y consigue la custodia de la niña, que se llama Matilde y está al cuidado de sus abuelos maternos, unas personas ignorantes y llenas de prejuicios. Julián ha hecho fortuna en Brasil y se casa con la hija de un rico empresario. Pasan los años y Carlos actúa en Sao Paulo, donde se enfrenta con Julián, del cual sospecha es el que ordenó el asesinato de Sandra. Por último, Julián, enloquecido, desaparece misteriosamente y Carlos dedica su vida a la música y el cuidado de Matilde.